jueves, 20 de abril de 2023

TERAPIAS NATURALES MATARO - EL CODICE BADIANO



“Libellus De Medicinalibus Indorum Herbis”


TERAPIAS NATURALES MATARO - EL CODICE BADIANO
El Códice Badiano - Terapias Naturales Mataró


TERAPIAS NATURALES MATARO - EL CODICE BADIANO


El Códice Badiano está considerado el primer libro de medicina de América y una de las más importantes fuentes bibliográficas históricas de la materia médica azteca; está fechado el día 22 de Julio de 1552. Es una recopilación sobre herbolaria medicinal en la Mesoamérica del siglo XVI y es un importante legado para la botánica y las medicinas tradicionales, con un material gráfico muy desarrollado.

Originariamente fue escrito en lengua náhuatl por Martín de la Cruz, médico indígena del Real Colegio de la Santa Cruz en Tlatelolco (México), que en calidad de autor, ordenó colorear y encuadernar el manuscrito original, ilustrado con alrededor de 185 pinturas a color sobre las plantas que describía el texto. 

El libro fue traducido al latín por Juan Badiano, también médico según algunas fuentes; como Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis.

Por su riqueza conceptual, el Códice Badiano está considerado una de la obras maestras de la literatura médica mundial, en él se recapitula gran parte del conocimiento de la medicina mesoamericana.

El escrito incluye decenas de enfermedades, lo que demuestra la riqueza en el contenido léxico y gramático del lenguaje azteca, además de los enormes conocimientos en herbolaria no solamente del autor, sino de la tradición azteca, cuyos inicios se podrían datar varios siglos antes. Está compuesto de 13 capítulos y en cada uno se mencionan grupos de enfermedades con sus respectivos tratamientos ordenadas de cabeza a pies.

TERAPIAS NATURALES MATARO - EL CODICE BADIANO
El Códice Badiano - Terapias Naturales 
En el primero de los capítulos se tratan las enfermedades de la cabeza en su conjunto y después se tratan aquellas que afectan a los ojos, los oídos y la boca; a continuación los males que aquejan la región torácica y el abdomen, entre éstos se tratan las de las extremidades; se sigue con los trastornos ubicados en la región inguinal, para finalmente hablar de los trastornos de las mujeres, de los niños y el de las señales que acompañan a la muerte próxima.

El libro no hace referencia en ningún momento al origen o a las teorías que expliquen las enfermedades, simplemente se consignan los remedios.

En los primeros análisis del manuscrito realizados por William Gates y Emily Walcott Emman, se planteó que se trataba de un texto que reflejaba fielmente el pensamiento y la tradición médica de los titici nahuas, pero tras una publicación en 1964 del Instituto Mexicano del Seguro Social se empezaron a identificar una serie de elementos tanto de origen animal, vegetal y mineral que provenían de la terapéutica europea del siglo XVI, la cual incluía en sus recetas elementos de extracción árabe.

Se especula que el hecho de que el Códice Badiano fuese escrito en un tiempo bastante breve de tiempo, impidió que fuera revisado exhaustivamente por parte los colonizadores de la “Nueva España”, y por lo tanto de censurarlo, por lo que en algunos capítulos finales se mencionan una serie de tratamientos y enfermedades propios de la medicina indígena, como los distintos amuletos y los procedimientos mágicos.

El escrito fue solicitado para ofrecerlo como regalo al Rey Carlos I de España, por el Virrey de la Nueva España, D. Antonio de Mendoza; pero antes de que el Códice llegara a sus manos el Rey decidió abandonar España y fue su sucesor Felipe I quien lo recibió y lo mantuvo relegado a la biblioteca real. En el siglo XVII pasa a formar parte de la colección de Diego de Cortavilla, farmacéutico real; y posteriormente pasa a manos del Cardenal Barberini. En 1902 el Vaticano adquiere la biblioteca Barberini y el Códice fue redescubierto en 1929. Apoyado por un prefecto del Vaticano, William Gates lo publica en inglés en 1939, ese mismo año también es traducido al castellano por Demetrio S. García.

En Mayo de 1990 el Papa Juan Pablo II en una visita pastoral a México propuso la entrega del documento original al lugar en el que había sido escrito.

LA MEDICINA AZTECA:


La medicina prehispánica se desarrolla en un clima místico. Para los antiguos mexicanos el ser humano poseía tres espíritus o almas. El Tonalli, que es luz y día, y está relacionada con el sol y el calor; está en la cabeza o en las articulaciones y puede abandonar el cuerpo; permitía el crecimiento y la vitalidad y su ausencia causaba enfermedad y hasta la muerte. Las otras dos almas del hombre no se separan de él mientras esté vivo. En el corazón está el Teyolia, alma que se enfría cuando la persona muere; y en el hígado está el Ihiyotl, que cuando muere la persona se escapa convertida en gas.

Los indígenas en términos generales, consideraban que las enfermedades eran castigos de los dioses o de los antepasados, provocados por actos de desobediencia, por ofensas o por no cumplir con los deberes religiosos. El médico, por lo tanto, tenía que descubrir quién era el que se sentía ofendido para tratar la dolencia acorde con ello. En primer término, era necesario resarcir el daño.

Otros pueblos del México antiguo, cuya cultura no alcanzaba la complejidad de la azteca, atribuían a la hechicería las causas de la enfermedad, y creían que no sanarían a menos que así lo deseara la persona que les provocó el mal.

Entre los indígenas, el arte de la medicina se transmitía de padres a hijos y el aprendizaje empezaba cuando los niños eran muy jóvenes. Los hombres y las mujeres eran considerados igualmente aptos para practicar la medicina; aunque en el caso de las mujeres, se creía que ellas podían hacer pleno uso de sus facultades cuando hubieran pasado la menopausia y por lo tanto, no llevaran consigo la “impureza” implícita de los partos y las menstruaciones.

En muchos pueblos de Mesoamérica, el ejercicio de la medicina no estuvo solo en manos de los sacerdotes (excluyendo a los mixtecos y los mayas). Para los aztecas el concepto de enfermedad, venía de la dualidad natural-sobrenatural y había dos tipos de médicos: los sacerdotes y los artesanos, los primeros trataban las enfermedades provocadas o enviadas por algún dios.

La segunda clase de médicos eran los artesanos o Ticitl; entre los mexicas ya observaban las especialidades médicas, que dependían del método curativo aplicado: el tepahtiani era el más sabio de los médicos, el tlamatqui usaba la palpación y el masaje, el tetlacuicuilani succionaba el cuerpo del enfermo, el tetonalmacani devolvía el tonalli, es decir, la ventura o la suerte, el teixpatiani trataba las patologías oculares, la temixihuitiani era la comadrona o partera; el sangrador se llamaba teitzminiqui y el temazcali era el nombre del sudador que curaba en el baño de vapor; éstas son algunas de las más importantes pero también existía el cirujano, el ortopedista, el dentista, el herbolario etc.

Los aztecas fueron agudos observadores de la naturaleza. Además de remedios relacionados con la magia u obtenidos mediante el favor de los dioses, conocieron gran número de plantas medicinales.

Su tratamiento de las heridas superaba en mucho al usado por los europeos en tiempos de la Conquista; su cirugía era bastante adecuada, si bien compartía las mismas carencias que la de los europeos: la imposibilidad de operar órganos internos sin causar infecciones fatales. También trataban fracturas, drenaban abscesos y practicaban formas menores de cirugía plástica.

La costumbre por recetar ungüentos, infusiones o apósitos hechos con plantas medicinales era una práctica que se fue consolidando hasta formar parte de la impresionante cultura medicinal mexicana, aún cuando el mecanismo de acción y las complicaciones de estas medicinas no estuvieran claras.

La sangría es mencionada con mucha frecuencia por los cronistas, quienes apreciaban particularmente esta técnica, tan predominante en la medicina europea del tiempo de la conquista. El instrumental para sangrar estaba formado por lancetas de obsidiana muy afilada, púas de puerco espín y sobre todo de las fuertes espinas del maguey (perteneciente al género agave), con las que también perforaban determinadas partes del cuerpo como los lóbulos de las orejas, la lengua, los brazos, etc.

Los nahuas comprendieron la influencia del clima en las enfermedades reumáticas y el catarro, lo nocivo de las bebidas embriagantes. Distinguieron síntomas del aparato digestivo: la sialorrea, los vómitos con sus variantes de flema, moco y sangre. Conocieron y trataron la disentería. Distinguieron el dolor precordial, las modificaciones en los caracteres del pulso, la hemoptisis, el catarro común, la neumonía, la bronquitis, la tuberculosis y el labio leporino.

Entre las enfermedades de la piel estaban familiarizados con las úlceras, la sarna, tiña, pediculosis.

Se referían a la urticaria como chincual y a la psoriasis como xiotl. De las enfermedades nerviosas distinguieron la locura furiosa de la apacible o moderada, las hemiplejias, las paraplejias, el temblor, la epilepsia (Diagnóstico Temprano).

El embarazo era considerado entre los mexicas como el acontecimiento más feliz de la existencia. La futura madre recibía durante el periodo gestacional los cuidados y atenciones de la partera; preparaban a la mujer emocional e intelectualmente mediante una educación bien planteada para el manejo de su embarazo y su participación en el parto.

Al iniciar el trabajo de parto (contracciones) le daban un baño de Temazcalli (termosudoterapia), cuando acababa el periodo de dilatación, se efectuaba otro baño y se daba a beber un poco de agua con raíz molida de chihuapactli que tenía, según ellos, la “virtud de expulsar a la criatura”; si a pesar de todo el parto no prosperaba se le administraba “medio dedo de la cola de un tlacuache en polvo, y con ello la mujer paría fácilmente.

La práctica hospitalaria no les fue desconocida, así como la profilaxia en las enfermedades que se creían contagiosas, para ello utilizaban el “secuestro” del afectado; hubo hospitales en varias ciudades para viejos y enfermos. Moctezuma II creó un hospital para inválidos, que eran sostenidos por él y por el estado para servidores civiles y militares.

Todos los hospitales desaparecieron con la conquista. Desde el momento en que la población europea transformó el espacio urbano de lo que había sido México- Tenochtitlan para adaptarlo a lo que eran las ciudades españolas, las condiciones sanitarias se redujeron mucho debido a varias razones, entre ellas, la mezcla de individuos, la precaria organización administrativa en los años que siguieron a la conquista, etc.

MATERIA MEDICA DEL CODICE BADIANO:


Los elementos empleados por Martín de la Cruz, como ya se ha comentado proceden tanto del mundo animal, como vegetal y mineral.

Los Animales: La Opoterapia, o uso de partes de animales para el tratamiento de diferentes afecciones, representa una parte reducida de las recetas del Libellus, de hecho ninguna de las recetas está compuesta exclusivamente de partes animales, sino que estas acompañan siempre a las plantas y a los minerales. Se emplean tanto anexos, como órganos blandos. El efecto esperado era de tipo mágico en el cual se buscaba transferir las propiedades del animal al paciente.

Uno de los casos, se refiere al empleo de la cola del tlacuache (marsupial americano), la cual se utilizaba para el tratamiento de la obstrucción urinaria y como remedio para fomentar el parto, haciendo referencia a una serie de acciones terapéuticas encaminadas a facilitar la expulsión del bebé; en ambos casos lo que está buscando el médico nahua es facilitar la salida, en el primer caso probablemente de un cálculo y en el segundo del niño.

Su empleo se justificaba porque al tlacuache se le atribuía la capacidad de parir con extrema facilidad y sin complicación alguna.

Pero lo que hace excepcional el empleo de la cola de este animal es que se ha comprobado que posee en ésta, unas glándulas que producen una sustancia estimulante del músculo liso, lo que lo hace efectivo a nuestros ojos, a diferencia de otros elementos de origen animal para los cuales no tenemos, por ahora, explicación que corrobore su efectividad.

En la actualidad en México, la cola de tlacuache es usada ampliamente por parteras tradicionales para facilitar el parto.

Los minerales: En el Códice se emplearon una treintena de minerales con fines terapéuticos, los cuales han sido poco estudiados, sin embargo el trabajo realizado por el biólogo y geólogo, Maldonado-Koerdell en 1964 permitió identificar una gran proporción de los elementos que pueden agruparse en aquellos de clara procedencia europea y los autóctonos.

Así el cristal o sucedáneo de vidrio se trataría de una incursión europea, ya que Martín de la Cruz lo incluyó en el Códice con el nombre europeo, y el autor en general, respetó los nombres nahuas de los minerales.

Algunos de los utilizados son el ámbar, el bronce, el coral rojo, el eztetl (variedad de cuarzo), hierro, oro y tierras de suelos muy diversos.

Una proporción considerable de los minerales fueron empleados como amuletos dentro de la terapéutica mágica, aunque en algunas recetas aparecen utilizados junto con otros elementos, un ejemplo es el tratamiento para la fractura de la cabeza la cual era tratada untando en la cabeza estos ingredientes: Hierbas de verano con el rocío natural, esmeralda, perla, cristal, tlacalhuatzin (piedra preciosa), y guisados de la tierra todo triturado en la sangre de una sangría y en clara de huevo.


TERAPIAS NATURALES MATARO - EL CODICE BADIANO
El Códice Badiano - Terapias Naturales
Las plantas: Se trata del apartado más extenso, no solo dentro del manuscrito sino también desde la perspectiva general de los recursos terapéuticos de la medicina náhuatl prehispánica.

Con el fin de identificar botánicamente las plantas mencionadas dentro del Códice de la Cruz-Badiano, se realizaron diversos estudios, un trabajo sin duda difícil ya que para realizarlo se cuenta únicamente con el nombre en la lengua nahualt y el dibujo; lo que comporta problemas de identificación ya que en repetidas ocasiones un nombre hace referencia a plantas diferentes.

En cuanto al dibujo, éste no necesariamente sigue el realismo característico de las representaciones científicas modernas, sino que como obra plástica que es, posee los elementos culturales propios de su origen.

Utilizaban ampliamente, la valeriana, el ricino, la zarzaparrilla, el árnica, la ruda, el copal (resina vegetal), el costomate, el coyotomate (Vitex Mollis), el chilpatle, la chinana, que aún hoy son de uso en la medicina popular mexicana.

Entre otras plantas utilizadas encontraríamos el Cihuapalt, prescrito como oxitócico para estimular las contracciones uterinas, el zapote blanco (Casimiroa edulis) de comprobada acción hipotensora y que los nahuas usaban para hacer dormir.


TRATAMIENTOS DESCRITOS EN EL CODICE BADIANO:


Naturópata - El Códice Badiano
El Códice Badiano - Terapias Naturales
Las emplastos de tortillas de maíz guardadas y húmedas eran muy utilizadas para las infecciones de la piel. Para la tos y los hemoptoicos empleaban Calliandra anomala. Para la neumonía extracto de Croton sanguiglum y cataplasmas de chimecatl. Para las enfermedades cardíacas, la magnolia americana con propiedades similares a la digital.

Para la diarrea utilizaban el hueso de aguacate pulverizado y mezclado con agua de plátano o extracto de corteza de guayabo. Como antiparasitarios plantas del género artemisa, el epazote (Chenopoides Ambrosioides) o la papaya.

En cirugía usaban navajas de obsidiana, el hule o caucho para las curaciones y como protector de las superficies cruentas o quemadas. Inmovilizaban las fracturas después de reducirlas, con tejamanil y cojinetes de algodón.

Hacían trepanaciones para reducir la presión intracraneal.

En las heridas usaban polvo de obsidiana finamente pulverizado a fin de lograr la hemostasia. Aplicaban fomentos (compresas calientes) para localizar infecciones, y constituido el flemón o chipoctli, lo escindían. Suturaban con cabello, fibras de maguey o ixtle. Manejaban el peyote, pequeño cactus sin espinas; y los hongos alucinógenos para realizar la narcosis actual.

ALGUNOS PROCEDIMIENTOS (RECETAS):


Curación de encías inflamadas y purulentas:


Naturópata Mataró - El Códice Badiano
El Códice Badiano - Terapias Naturales
El dolor de dientes y encías se calma raspando bien las encías para limpiar el pus y, en la parte en que se halle éste, se pone una mixtura de semillas y raíz de ortigas, bien molidas y mezcladas con yema de huevo y miel blanca.


Para las quemaduras de los niños:


La siriasis, que es una quemadura de los niños, se cura con ungirlos de una cataplasma confeccionada de semilla del muy conocido michihuauhtli, trigo e incienso rojizo. Todo eso se quema. Y en agua agria deben licuarse la hierba tlatlancuaye, con hojas de huitzitzilxochitl, raíz de tlalahuehuetl y tlayapaloni, hojas de laurel y ramas de xiuhehecapahtli.

El niño ha de beber una medicina hecha de tierra blanquecida, o piedras blanquecinas, que se recogen en el fondo del cauce de los ríos, piedras acamallotetl y coltotzin, tallo de tlamizquitl y espigas. Todo eso molido en agua.


Cómo se cura el que ha sido vejado por el torbellino o el ventarrón:

Naturópata Mataró - El Códice Badiano
El Códice Badiano - Terapias Naturales
El que ha sufrido las consecuencias de un huracán beba el saludable jugo que se hace de la hierba cuanhyayáhual, acróyatl, ramas de pino y laurel molidas en agua. Se cuece ese jugo. Ya cocido bébalo, porque esa bebida echará fuera el mal aire que penetra en el interior.

En segundo lugar, ha de beber un jugo que se hace de estas piedras molidas en agua: cristal rojo, perla blanca, tierra blanquecina y hojas de tlatlancuaye que suelten el jugo. Todo eso cocido con incienso blanco.

También se ha de ungir con un líquido muy bien preparado de conos de ciprés y cedro, hojas del árbol cuauhiyauhtli, y de hojas de la hierba xiuhehecapahtli. Todo molido en agua con incienso blanco.

Medicina para quitar el malo y fétido aliento de la boca:

Un cocimiento hecho de raíz y hojas de la hierba que llaman tlatlancuaye, con tierra roja, con tierra blanca, hierbas temamatlatzin y tlanextia xiuhtontli; todo eso molido y cocido en agua con miel, quita el mal aliento. Debe beberse también moderadamente el líquido bien colado, antes de comer.


Algunas de las traducciones identificadas y encontradas:

michihuauhtli = Amaranto
tlatlancuaye = Salvilla
tlayapaloni = Cissus Sicyoides

La mayoría de las hierbas cuyo nombre aparece en nahua, se siguen utilizando en la actualidad sin haberse realizado traducción alguna.

Naturópata Mataró - El Códice Badiano


Coral Caballero
Homeópata y Naturópata
Centro de Terapias Naturales Alquímia Zentre

Fuentes consultadas:
León Payán, F. - La Medicina Precortesiana
Ortiz de Montellano, B. - Medicina y Salud en Mesoámerica
Aranda A, Viesca C, Sánchez G, Ramos de Viesca M, Sanfilippo J - La materia médica en el “Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis”
Somolinos J. - Salud Pública Méx 1990; Vol. 32(5):603-617
Universidad de Veracruz (sin autor) - La Medicina durante la Conquista y la Colonia.

TERAPIAS NATURALES MATARO - EL CODICE BADIANO

ALQUIMIA ZENTRE
Camí Ral, 495 2º 3ª - MATARO
info@alquimiazentre.com

Tel.:  93.799.65.21

¿Quieres saber más sobre mi? 
¡¡¡ Visita Nuestra WEB !!!




No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
ir arriba